¿No confío en que me merezco esos logros?
Pido permiso para proyectar sobre mi propia vida, y si no encuentro la aprobación, aparece la culpa. La culpa. La culpa mía, de aquel, la tuya…excusas. Me frustro a mí mismo.
considero que “no estoy a la altura de las circunstancias”…porque no me lo merezco.
considero que “no estoy a la altura de las circunstancias”…porque no me lo merezco.
Camino regresivo hacia el niño interno herido, quebrado, frustrado, que ansía con toda su alma ser amado. ¿Elijo quedarme fijado a esa necesidad, a ese agujero primario? ¿O intento avanzar hasta llegar al adulto que soy y que no asumo?
Responsabilizarse de las decisiones que tomamos. Dejar de culpar al destino o a los otros.
Responsabilizarse de las decisiones que tomamos. Dejar de culpar al destino o a los otros.
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